Los terremotos son una de las manifestaciones de la energía del interior de la Tierra más estudiadas. De la transmisión de las ondas sísmicas se ha aprendido a sacar conclusiones, en cuanto a la estructura interna de la Tierra se refiere. Somos capaces, incluso, de producir nuestros propios terremotos que nos permiten auscultar la Tierra sin necesidad de esperar uno natural.
Existe un gran numero de técnicas que facilitan información adicional. Entre las últimas aportaciones destacan, la tomografía sísmica (proporciona información 3D de la distribución de velocidades de ondas en el interior) y GPS (sistemas de posicionamiento global por satélite). Estos datos permiten detectar los movimientos de las masas continentales de forma continua y en tiempo real (muy importante para predecir seísmos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario